miércoles, 2 de noviembre de 2011

Peregrinando a los templos de la coctelería

Ayer como todos los martes me junte con unos jóvenes  (entre 18 y 21 años) que trabajan para mi de barback en el boliche.
Desde hace un tiempo los martes pasan por casa a la tarde y entre charlas y copas trato de transmitirles lo que es ser un buen cantinero.
En broma los bautizo mis jóvenes Padawanes, como si yo fuese un Jedi y trato de que den al menos los primeros pasos en el lado luminoso de la fuerza.

Nos reimos muchos, prueban casi todas mis botellas, y solemos terminar felices y un poco borrachos especialmente el día que les enseño algo de whisky.

Pero como antes con mis anterirores padawanes en algun momento, los obligo a ponerse zapatos y camisa y salimos de bares que ver a otros trabajar es tanto o mas importante que lo que yo pueda mostrarles.

Siempre la visita arranca en un Hotel 5 estrellas, y para estos chicos fue su primera vez en un lugar de estos.
Fuimos al centenario Plaza Hotel y la suerte nos acompaño los 4 pudimos sentarnos en la barra y ver como oficiaba el señor Gabriel Santinelli de impecable saco blanco.(la cadena marriott cambio los uniformes abandonaron el smoking y moño y ahora los barman usan saco blanco en verano y negro en invierno)

Uno de los pibes dijo - debemos estar muertos y esto es el paraiso- el barman es un agel vestido de blanco.

La sonrisa , el manejo de los elementos, el estar todo el tiempo impecable, los canapés en bandeja de plata.
El orden ante todo demuestran lo profesional que es Gabriel en todo lo que hace. Les aconsejo a los chicos primero mejorar su ingles y después hacer todo lo posible porque el cliente no se intoxique, servir agua dar de comer etc, etc, nos dio toda una charla sobre consumo responsable, ademas de un poderoso gin&tonic que nos dejaron felices para seguir recorriendo otras barras clásicas.

Fuimos luego a la más emblemática de las barras porteñas la del Claridge Hotel, alli trabajaron glorias de la coctelería argentina, aun se conserva una placa dedicada a Enzo Antonetti bartender campeón del mundo en 1964.
Fue el turno del negroni, con el ritual de acercar todas las botellas y luego preparar el cóctel bien a la vista.
La re-modelada barra de mármol verde, el piano de fondo y ese encanto de bar ingles nos transporto a otros tiempos.
El cóctel fue acompañado de queso y aceitunas y un vaso de soda y fue grata mi sorpresa cuando vi a estos 3 jóvenes disfrutando realmente el momento, estoy seguro que después de esto tendré 3 apóstoles más evangelizando sobre el rico vermú y el buen cóctel.

Luego de eso comimos en una típica pizzeria (para volver un poco a la realidad). Ya con la panza llena y el corazón contento terminamos la salida tomando cócteles boutique de manos de Carlo en prado y neptuno.
Uno añejado, uno con humo, y los demás con rituales y mucha presentación.

Y los incentivó a meterse de lleno en esta profesión.

Yo creo que si cada buen barman le enseñara a 2 o tres jóvenes el amor por esta profesión, los primeros pasos de como preparar un cóctel y los llevara a tomar a sus barras preferidas.

El regreso de los años dorados de la coctelería estaría a solo 2 copas .

May the cocktail be with you.

2 comentarios:

B-ARTE-NDER dijo...

Federico, Maravillosa entrada.

Sí bien la práctica de ir a los bares de los colegas, es para mi religiosa.

Yo la práctico, sentándome lo más próximo al "service Bar", una especie de - confesionario- mutuo.

Allí no hay mayor tiempo para platicar, pero se forma una comunicación tácita.

No lo había hecho en compañía de los estudiantes; forma que permite mostrarles los detalles con los que hacen su trabajo el o la profesional del bar.

Gracias por el consejo.
Desde esta barra, al otro lado de los Andes.

Lo mejor del mundo hoy y siempre.

Iván Antonio Ramírez.
Bartender colombiano.

B-ARTE-NDER dijo...

Federico, Maravillosa entrada.

Sí bien la práctica de ir a los bares de los colegas, es para mi religiosa.

Yo la práctico, sentándome lo más próximo al "service Bar", una especie de - confesionario- mutuo.

Allí no hay mayor tiempo para platicar, pero se forma una comunicación tácita.

No lo había hecho en compañía de los estudiantes; forma que permite mostrarles los detalles con los que hacen su trabajo el o la profesional del bar.

Gracias por el consejo.
Desde esta barra, al otro lado de los Andes.

Lo mejor del mundo hoy y siempre.

Iván Antonio Ramírez.
Bartender colombiano.