domingo, 19 de mayo de 2013

Nueva aventura coctelera.


Mucho tiempo y anécdotas pasaron desde que un día el destino me puso detrás de una barra.
Luego llego la pasión por este oficio (insisto es oficio no profesión).


Hace unos meses cuando todo mi énfasis estaba puesto en mi viaje cómo predicador de la coctelería experiencia que llamé Cantinero Viajero, el destino o mejor dicho el twitter me cruzó con Germán Lacanna mi actual socio en este barco llamado Verne Club.

Mi Cantinero Viajero sirvió para testear viejas recetas y conocer el pequeño mundo de cada una de las barras que visité y toda esa experiencia fue el humus del que nació el menú de mi nuevo bar.

Con Germán tenemos pocas cosas en común, pero esas pocas cosas son las importantes.
Primero estamos un poco locos y nos gusta el whisky, cada uno a su manera es un detallista pero sobre todo los dos somos apasionados, y pasión es lo que forjó los cimientos de este equipo.

El me cinto que leyendo el libro de Julio Verne la vuelta al mundo en 80 dias soñó con lo bueno que sera beber un whisky en una de las salas del Reform Club, que es donde empieza y termina la carrera por la vuelta al mundo. Los sillones de cuero las alfombras persas ese toque elegante de viejo club inglés de caballeros.


Tenia convencidos para emprender esta aventura a Jeremie, grafista y animador 3 d radicado en paris, Largo ingeniero automotriz y Vincent bartender francés y especialista en cachaça.

Y una tarde nos juntamos a compartir un café en la estación de trenes de retiro, y charlar y al poco rato el me compartio sus whiskys especiales (tiene una gran colección de single malts).

Y del Refrom Club, pasamos a Verne Club y me puse a leer novelas de julio y nos pusimos a discutir ideas, y conocí al resto del equipo de franceses locos.
Vincent cerró su bar en Paris y vino a vivir a argentina, sin hablar español.

Jeremie grafista, artista y amante del buen beber venia por un mes y se quedo casi 5.
El es el responsable de mucho de los pequeños detalles detras de cada rincón de Verne Club.

Cada cual aporto lo suyo, Germán la cabeza fría los números interminables, Jeremie el arte, Vincent la calma, jamas esta nervioso ni apurado es como el ojo de un huracán  Yo la selección de cócteles y me encargue de presentar a mis amigos la noche porteña.

Fuimos a todos los bares, caminamos todos los mercados de pulgas, cuando finalmente dimos con un local y todo parecía listo, no se concreto y volvimos a empezar de cero, cuando la fe parecía perdida encontramos nuestro lugar en el mundo, fue entrar a ver el lugar y saber que algo mágico se estaba gestando.

Se fue sumando mas gente al barco, mi amigo Franco nuestro arquitecto apodado el arquitender, ya que también es bartender, Yago Marqués cocinero español radicado en Buenos Aires que nos puso una finger food realmente deliciosa y sobre todo fiel a nuestro concepto.
Muchas veces dije que mi bar ideal serviría Manhattan y Panchos (hot dogs), ahora me doy el lujo de hacer mi sueño realidad.


Muchas idas vueltas ilusiones y desilusiones, pero finalmente aquí estoy el kranken esta empezando a vivir, a forjar su propia historia.

La idea es un bar de cócteles Steampunk (retrofuturista), que dentro de verne la gente viaje a un lugar atemporal, algo como el futuro pero como lo soño Julio Verne.

Jermemie paso largas noches en vela oxidando el metal que hoy cubre las paredes, Germán y Vicente caminaron todos los anticuarios de la ciudad en busca de lamparas, yo di mil vueltas testeando lo que hoy es nuestro menú de cócteles.

Y acá estamos todos nos metimos en todo, por ejemplo yo le insistí  Jeremie con que me pusiera un kraken en algún lado y el junto a franco lograron que esa idea loca se transformara en este hermoso frente de barra.


Germán rebautizo algunos tragos y platos y juntos le dimos vida a nuestro Yokohama sling. Tiras y aflojes que dieron el resultado actual, mi bar, nuestro bar es un cóctel de experiencias.

Luego cuidadosamente elegí mi tripulación y por eso comparto la barra con la joven y talentosa bartender Melissa Rodriguez.


Les proponemos simplemente un viaje al centro de la mixología mundial, una vuelta al mundo en 8 cócteles.

Y mi sueño es que este bar "Verne Club" sea un pequeño faro de la buena coctelería aqui lejos en el lejano Sur.

Asi que amigos el cantinero encontro su lugar en el mundo, una isla misteriosa que se llama Verne Club.

Los espero como siempre con una sonrisa del otro lado de la barra.

May the Cocktail be with you...


----
Verne Cocktail Club
Abre de Lunes a Domingos desde las 21 hs (próximamente desde las 20)
En Av Medrano 1475 Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

www.vernecocktailclub.com


2 comentarios:

B-ARTE-NDER dijo...

Felicitaciones desde este lado de los andes.

Este será una catedral de la coctelería que se debe visitar en la Argentina.

Té Verde dijo...

El mejor de los éxitos mi amigo Cuco... he de ir a conocerlo!!!
Abrazo
Sundal!