Argentina tiene una larga tradición de
bartending aunque quizás no muy conocida fuera de sus fronteras.
Como investigador curioso cada tanto surge algo que, felizmente, aún
me sorprende.
Hace tan poco como veinte años pensaba que
los primeros libros de coctelería argentinos habían salido en los
años 50, como “Tragos mágicos” de Santiago "Pichín"
Policastro y “El barman práctico” de Julio César Clavé. Luego
descubrí posteriores: el excelente “Manual del bar",
publicado por la Asociación de Barmen, con tiradas en 1953, 1964 y
1980.
Y más tarde, mágicamente, llegó a mis manos el “Gran manual
de cocktails" con 1200 recetas, editado en 1936, en Buenos
Aires.
Así conocí a Raymond Porta Mingot, un bartender que vino a trabajar a Buenos Aires durante la vigencia de la ley seca y que se convirtió en el barman estrella de la época. Me contó una tarde el viejo Rodolfo San que a él, de jovencito, en su día libre, le gustaba ir a verlo trabajar en The Copper Kettle, un gran bar, confitería y salón de té del momento.
También en castellano se encontraban los libros del español Chicote, pero mi orgullo por saber de libros argentinos de la década del 30 era enorme.
Hasta que me topé con "El cocktelero argentino”.
¡1921, veinte años antes de que se fundase A.M.B.A! ¿Había suficientes barmans en los años 20 como para fundar una sociedad? ¿Y qué habría sido de esta Sociedad de Cockteleros? Estaba intrigado pero feliz.
Claro que poco después di con el “Manual del barman” de Antonio (Tony) Fernández, de 1922 reeditado en 1924, del cual hay una copia en la Biblioteca Nacional.
“El cocktelero argentino” era interesante pero el de Tony tenía muchos consejos aún muy válidos.
Me encanta charlar con personas que
comparten mi amor e inquietud y una de ellas es Ariel Lombán,
bibliotecario y tesorero de A.M.B.A. de la República Argentina e historiador del bartending local.
Él me contó que, aún muchos años después, se lo recordaba a Tony con mucho cariño pues fue un formador de bartenders. En su libro aparece una de las primeras recetas del Sazerac, muy acertada además.
Durante años para mí eso fue el inicio. Pero hace poco todo volvió a cambiar cuando descubrí un libro publicado un año antes en Rosario, Santa Fe, ciudad que siempre se caracterizó por tener buena gastronomía y cuya coctelería brilló en los años 60.
La Chicago argentina, época de tango, burdeles y mafiosos.
Aparecen en este libro recetas donde se nombran barras, barrios y personajes famosos de Argentina de la época. El autor es José Penedo a quien aún estamos rastreando, pero que se esta convirtiendo en un gran amigo.
Sin embargo mi país no deja de sorprenderme. La cereza de la torta es esta, que descubrió Lorena Vergani, bartender de Córdoba.
“El arte del cocktelero" de B. Iglesias, editado en 1911, en Buenos Aires.
Todavía no sé si haya un libro de
coctelería argentino más antiguo. El más antiguo en castellano
aunque nunca lo vi, es el “Manual del cantinero” de Carlos
Golfrin, que apareció en Barcelona en 1900.
Sinceramente espero que el hallazgo de
estos libros ayude a los jóvenes a mirar para Argentina, a revalorizar nuestra propia cultura del cóctel.
Y podemos cerrar preparando algunos
tragos. Ambos llevan Hesperidina, la primera marca registrada en el
país. Este que quizás sea el primer trago
en honor a la Argentina.
O el Firpo, que les recomiendo altamente y del que ya hablaré en una próxima entrada.
And may the Cocktail be with you!
2 comentarios:
Deliciosa entrada, inspiradora y retadora.
El asunto en Colombia, es un tanto distinto.
Bogotá, ofrece títulos internacionales, se puede conseguir desde tragos mágicos, también otros importantes referentes bibliográficos.
Pero la producción nacional, es más en libros de cocina, que títulos de coctelería individuales.
Estou buscando ese libro el arte del coctelero, de b Iglesias. Si sabes donde puedo conseguirmos aunque Sea una cópia lo quiero! Graciaaas
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