"No, he sido cantinero toda mi vida."
El Sheriff se acerca al cantinero, pide un whisky y un consejo.
Una escena que se repite en todos los lugares del mundo, porque el oficio del cantinero es muchas veces ser un oyente, y eso es tan importante o más que servir los cócteles o las bebidas espirituosas.
Los barman de la vieja escuela hacían hincapié en no interrumpir las conversaciones, en ser sumamente educados y respetuosos. Algo que los jóvenes deberían recuperar. Aprender a observar al cliente y, si necesita charla, darle charla o presentarle otro parroquiano para que charle y si pide un consejo ser un buen amigo y contestarle con franqueza. Si esta acompañado dejarlo que disfrute su compañía, y si es posible ayudarlo a quedar bien parado siempre.
Porque nuestro rol es socialmente importante, así que no deshonres la vieja tradición del cantinero, la de transformar a cada cliente en un amigo, pero nunca a un amigo en un cliente. Ya que si la mismísima representación de la ley pedía consejo al cantinero por algo debe ser.
Y cuando vos estás del otro lado de la barra heredás esa mística, así que tratá de ser siempre el más sabio, el más elegante y el mejor anfitrión, no defraudes nuestra profesión con malos modos ni malas actitudes.
Somos herederos de un gran legado y estamos hoy en el lugar que ocuparon personajes como Jerry Thomas, Harry Johnson, Harry Mc Elone, Perico Chicote y Santiago Pichín Policastro.
No defraudemos su memoria y merezcamos ser llamados Cantineros.
Somos anfitriones, amigos, consejeros, compañeros y los que saciamos la sed del mundo.
No lo olvides y como dijo Pichín "siente el orgullo de ser barman, pero merécelo" .
Me sirvo un shot de bourbon como el que bebe Henry Fonda en la película "La pasión de los fuertes" y brindo por que ustedes, jóvenes amigos, que se atreven a seguir con este oficio, con lo bueno y lo malo que ello implica. Jóvenes padawanes de corazón, muchas gracias por continuar el legado.
Los admiro por su valor amiguitos.
May the cocktail be with you...
----
Es verdad que es difícil para un cantinero encontrar un amor que lo acompañe, ya que solemos vivir a contramano del mundo por nuestros horarios, y pendientes de atender bien a nuestros parroquianos pero eso es parte de las reglas de juego.
Mi consejo es si encuentras a alguien que de verdad te acepte con todo y tu profesión no lo dejes ir.
La mayoría de nosotros tiene una vida bastante solitaria, no es fácil ser el tierno de la barra (bar tender)
----